Sonic Riders Zero Gravity: metanálisis

Hace prácticamente dos años llegó a las tiendas el primer Sonic Riders, un título de carreras protagonizados por los personajes del universo Sonic que planteaba algunas ideas interesantes, pero que, desde luego, no consiguió convencernos. Pese a todo, lo cierto es que supo encontrar su público, que supo apreciar sus virtudes y perdonarle los fallos. Ese va a ser el público al que va destinada esta continuación que llega a PlayStation 2 y Wii.

Sega ha sabido coger la esencia del anterior título y añadirle elementos interesantes que mejoran la jugabilidad y ofrecen una experiencia un poco más fresca sin perder el espíritu. El problema, en realidad, viene de esa base. El juego no era brillante, y la misma fórmula con pocas diferencias dos años después no consigue cautivar realmente al jugador, salvo –creemos- en el caso de los más apasionados por Sonic. Propone cosas interesantes, y realmente no tiene carencias severas pero no consigue destacar lo más mínimo en ninguna de sus aportaciones.

PlayStation 2 y Wii presentan escasas diferencias en lo que se refiere a la jugabilidad del título, si no tenemos en cuenta que con la máquina de Nintendo nos podremos conectar a Internet con el fin de subir tiempos o descargar pilotos fantasmas con los que competir. Pero si nos referimos al apartado gráfico, entonces hemos de notar que Wii gana por su resolución, aunque por la mínima. Desconocemos las razones, pero a simple vista no se aprecian demasiadas diferencias más allá de unos cuantos efectos gráficos y de un mayor pulido en lo concerniente al modelado del entorno. Por su parte, el empleo del motor Havok (dedicado a emular físicas e interacciones entre personajes y objetos) se comporta de manera solvente en ambas plataformas. Su papel ha tenido que ver con la gravedad y el comportamiento de la, en ocasiones, multitud de objetos que saldrán disparados durante las carreras de Sonic y sus amigos.

Esa es la mayor innovación de este Sonic Riders, un título completo pero que nos hace tener sensaciones encontradas. Hay muchos modos de juego y una buena variedad de pilotos y de recorridos, pero no termina de convencer en su parte más importante: el control (sobre todo si usamos el wiimote). En Wii, la detección de movimiento nos permitirá activar algunos poderes especiales durante la partida. Tendrán que ver con la fuerza de la gravedad y muchos de ellos se nos indicarán en pantalla a través de un limpio y explicativo gráfico.

Con una gran experiencia en el terreno de la velocidad, el erizo azul y sus amigos se adentran en un videojuego que mejora ligeramente la experiencia del anterior Sonic Riders. Usando el poder de la gravedad como su principal arma, el nuevo título del Sonic Team nos ofrece una mecánica de juego muy similar a la del original pero incorporando novedades en forma de escenarios y de movimientos especiales durante la carrera. SEGA estaba en el buen camino para mejorar sustancialmente lo visto en el original, pero aún así nos queda un videojuego divertido y muy recomendable para los fans del puercoespín.

SEGA no ha aprendido la lección con este segundo SR. La dificultad sigue siendo muy grande y el control caótico, tal y como ya pasaba en la primera parte. Al menos han corregido el apartado técnico y no se muestra irregular en ningún momento, sino que luce bastante bien, aunque no sea brillante. Solamente te gustará el juego si eres fan de Sonic o tienes mucha paciencia, porque ganar una carrera puede llevar días a los jugadores poco experimentados.

Uno de los fallos más innegables de Zero Gravity es su sistema de control, algo especialemente sangrante en Wii, donde el sensor de movimiento perjudica la experiencia mucho más de lo que ayuda (incluso aunque optemos por jugar con la cruceta y coger el mando a dos manos, el sensor sigue activo…). Tirando del mando de Gamecube (incomprensiblemente, no hay un control especial para el nunchuk) o en PS2 el juego sigue sin tener una respuesta perfecta o una mecánica intuitiva...

...el juego vuelve a pecar de tener un sistema demasiado frustrante y caótico para que podamos competir contra novatos (nuestros amigos no tardarán en huir o pedirnos que cambiemos de juego), y ahí es donde echamos en falta un modo multijugador online (que podría haber ayudado muchísimo al juego). Desgraciadamente nos tenemos que conformar con rankings para nuestras puntuaciones y un modo “ghost” descargable en Wii para ver los recoridos más rápidos.

Afortunadamente en la versión PAL nos encontramos con un selector de 50/60Hz, y en el caso de Wii soporte para el modo progresivo… algo es algo.

La primera entrega de Sonic Riders dejó una grata impresión en todos los usuarios y lo prometido en la secuela aumentaba las expectativas, de hecho el poder aplicar poderes especiales capaces de hacernos llegar del último al primero nos hacían pensar en la diversión que solo un Mario Kart ha logrado ofrecer.

Pero en muy buena medida todo se quedó en buenas intenciones; tal parece que sus desarrolladores no lograron acoplarse a pleno con las posibilidades del Wiimando y es que con la versión para PS2 el resultado marca diferencia.